martes, 29 de julio de 2008

TRIUNFO LAS GANAS

Se va cumplir un año del percance en el cual Nonayo perdió la visión del ojo derecho, gracia a Dios el lo ha asumido muy bien, lo que para otro habría sido una terrible desgracia, él lo asumió como algo que el destino le tenía para él y hay que olvidarse de todo en la medida de todo lo posible, Leonardo con este percance demostró su valentía y él se encargó de dar ánimo a todo su entorno más que nada a sus padres, creo que ahí demostró de que madera está hecho y que todo lo bueno que le venga se lo habrá ganado a pulso, hoy os quiero poner algo que el periodista Manuel Molés escribió sobre Leonardo por esas fechas.

Nonayo que Dios te bendiga un beso Inés.


LA FUERZA Y CORAJE DE UN GRAN TORERO A CABALLO: LEONARDO HERNANDEZ HIJO


Hay algo que me ha emocionado esta última semana hablando cuando a hablé a través de la radio con el joven y excelente torero a caballo Leonardo Hernández hijo. Ya saben la mala leche de aquella banderilla que de momento le ha dejado sin visión ninguna en un ojo a la espera de que haya un milagro, o no, para recuperar la normalidad. Pero este chaval, este crío, este hombre de 19 años te pone la carne de gallina con su fuerza, su coraje, su enorme categoría humana. En lugar de derrumbarse ha "arreglado'' el único ojo que tiene sano y que tenía menos visión que el lesionado, con lentillas y unas gafas especiales y sólo con ese ojo se ha montado a caballo, ha entrenado y, si todo ha ido bien, habrá reaparecido en Ronda. El toreo es así de grande y cura a los hombres heridos pone en pie a los que serían incapaces de levantarse si se dedicaran a otros oficios. El toreo y los toreros también son distintos ante la desgracia porque saben lo que se juegan.


Y ese crío, ese chaval ese hombre de 19 años me cuenta que ha llorado en soledad; pero cuando ve a sus padres, a su cuadrilla, a su gente, tiene narices para hacer de tripas corazón y abrir una sonrisa impensable y decir vamos para allá, que aquí no pasa nada, que esto es el toro y el precio nunca será una Apocalipsis. Gente grande y distinta come este joven torero y su impotente ejemplo que cambia lágrimas por sonrisas; y le pone a la tragedia banderillas de felicidad a dos manos. Las mismas con las que se abraza a los que admiras y si hay que llorar floras por ellos, porque siendo toreros no se permiten esas licencias que nos son tan comunes a la gente corriente.

2 comentarios:

abersa dijo...

hola! Lo primero felicitarte Ines por este blog que esta muy currado!=)
Lo segundo felicitar a Leonardo por su valor,su toreria,su arte,sus ganas,sus triunfos..
Lo de Iscar es fue una lastima,yo estaba alli.Con esto Leonardo a demostrado de que madera esta hecho! Mucha suerte.1Beso.

Anónimo dijo...

que niño mas luchador, mas torero y como me gusta la foto que has puesto ines ese abrazo lo honra!!! esa foto sabe llegar a los corazones.......

nonayo muxa suerte..... sigue asi que difrutamos con tu toreo.... un besazoo