Excelente el toreo a caballo de Leonardo Hernández, presidido por la verdad y el temple. El peso de la labor de joven caballero recayó en Amatista, que acertó con las distancias en las carreras a dos pistas y se dejó llegar al de Cubero muy cerca. Magnífica impresión que se quedó deslucida a la hora de acabar con el astado. En definitiva, una plaza maravillosa llena hasta la bandera, caballos muy hermosos, poca imaginación en los rejoneadores –todos hacen lo mismo-, y un diego Ventura que tiene el santo de cara y tiene al público en el bolsillo. Como aficionados, que de constancia que el rejoneo bueno lo hicieron Antonio Domecq y Leonardo Hernández.
CRONICA DE BARQUERITO
Lo de más calidad y mayor pureza corrió a cargo de Leonardo Hernández. Y la firma de su estilo: su sencillo y candoroso toreo fluido y sin ventajas, su seguro manejo de un espléndido caballo llamado Amatista que se atreve en todos los terrenos, a dos pistas, de costado brillantemente y por las dos manos, por dentro, en corto y de lejos, y que bate son una suavidad extraordinaria. El sexto fue el mejor toro de la corrida de Cubero y, además, el mejor toreado. Se cayó la primera farpa una vez clavada, y ése fue el único borrón, menor, de una faena resuelta sin interrupciones ni pausas, sin intervención gratuita de los banderilleros, sin gestos para la galería. Toreo a puro pelo. Sólo que el joven Leonardo dejó cerrarse más de la cuenta al toro antes de atacar con el rejón de muerte y el toro lo esperó con la cara arriba y defendiendo terreno hasta cuatro veces. Eso dejó sin premio tantos primores.
CRONICA DE BARQUERITO
Lo de más calidad y mayor pureza corrió a cargo de Leonardo Hernández. Y la firma de su estilo: su sencillo y candoroso toreo fluido y sin ventajas, su seguro manejo de un espléndido caballo llamado Amatista que se atreve en todos los terrenos, a dos pistas, de costado brillantemente y por las dos manos, por dentro, en corto y de lejos, y que bate son una suavidad extraordinaria. El sexto fue el mejor toro de la corrida de Cubero y, además, el mejor toreado. Se cayó la primera farpa una vez clavada, y ése fue el único borrón, menor, de una faena resuelta sin interrupciones ni pausas, sin intervención gratuita de los banderilleros, sin gestos para la galería. Toreo a puro pelo. Sólo que el joven Leonardo dejó cerrarse más de la cuenta al toro antes de atacar con el rejón de muerte y el toro lo esperó con la cara arriba y defendiendo terreno hasta cuatro veces. Eso dejó sin premio tantos primores.
2 comentarios:
Buenas..... ya está la cansina de turno!jajai...Leonardo, lo hiciste muy bien... solo fue el último tercio pero por lo demás...todo bien.
Tienes un toreo clásico,diferente, personal... y eso es lo que te diferencia de otros... aunque no se debe comparar, por lo menos yo no lo hago... me gustó mucho la corrida, simplemente desearte MUCHA SUERTE en tus próximas corridas y que sigas = de bien. XD
Besetes!
De cansina nada cielo eres un encanto, asi de claro, y ademas te explicas de maravilla y en efecto que siga igual de bien y a ti besetes tambien.
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